Las ampollas del deportista

Como prevenirlas y curarlas

En algún momento de nuestras vidas como runners, todos o la gran mayoría hemos padecido y sufrido alguna ampolla, roce o herida en el pie que nos ha amargado algún entreno y por desgracia alguna carrera también. No me imagino frustración más grande que tener que abandonar nuestro objetivo estrella de la temporada porque una ampolla nos ha obligado a parar o haya incidido en el resultado. Así pues, vamos a analizar todas las claves para prevenir una de las mayores dolencias en los corredores.

Hasta que realmente algo no molesta y duele en exceso no tomamos acción en buscar solución y a menudo incluso pensamos que ya se curará solo. El problema de las ampollas en los pies en corredores es que, en un periodo de tiempo corto, se pasa de no tener ninguna ampolla, roce ni herida a no poder poner el pie en el suelo y mucho menos correr. Por tanto, la prevención es nuestro mejor aliado para disfrutar de unos pies sanos y listos para la acción.

Las ampollas son el resultado de una agresión de la piel, concretamente de la parte más superficial, conocida como epidermis y los agentes que las causan son: fricción, aumento de temperatura en la zona y humedad. Así pues, la prevención tendrá como objetivo mantener estos factores controlados.

Cómo evitar la aparición de ampollas

Para mantener a raya los agentes causantes de las ampollas vamos a listar toda una serie de acciones que os van a servir para reducir al máximo su aparición. Las más importantes son:

Elegir correctamente la zapatilla de running: Es básico y fundamental que respete la morfología y anatomía de tu pie, que tenga una suela adecuada al kilometraje a realizar y tenga una buena transpiración. 

Escoger un calcetín adecuado para correr: Por ser la capa que se encuentra entre la piel y la zapatilla actúa como barrera protectora. Los calcetines para corredores deben ser transpirables, perfectamente adaptables a la anatomía de los pies y reforzados en las zonas de mayor riesgo de sufrir roces.

Utilizar zapatos adecuados en tu día a día: Si tu zapatilla de running se adapta perfectamente pero no lo hace el calzado laboral como por ejemplo los zapatos de seguridad o en las mujeres zapatos muy estrecho de talón alto facilitan la aparición de ampollas.

Valorar alteraciones biomecánicas: En algunos corredores se producen alteraciones en la pisada que provocan movimientos más bruscos, con más aceleraciones que provocan mayor fricción y consecuentemente el riesgo de sufrir ampollas. 

Aplicar múltiples compuestos para el pie: Desde lubricantes, polvos, tapes y antitranspirantes todos ellos con el objetivo de reducir la fricción, la humedad y regular la temperatura del pie.

Cuidados específicos para el pie del corredor para evitar ampollas

Existen toda una serie de medidas y acciones que podemos realizar nosotros mismos para garantizar una buena salud de nuestros pies. Estas medidas son:

Cortar las uñas de forma correcta: ya sea para competir o para entrenar debemos tener las uñas bien cortadas para evitar heridas o roces innecesarios. Ante cualquier duda consulta a tu podólogo.

Mantener los pies hidratados: aplicar crema específica para los pies que nos garantice su correcta hidratación. Estas cremas suelen tener un denominador común y es la urea que es capaz de impedir la pérdida de agua a través de la piel.

Secar los pies: realizar un secado exhaustivo de la planta del pie y entre los dedos pues el exceso de humedad de forma repetitiva favorece la aparición de ampollas y de otras enfermedades como por ejemplo dermatomicosis.

Fortalecer la musculatura: aunque no te lo parezca los pies tienen músculos y estos se tienen que trabajar si quieres ser un buen corredor. Cuanto más fuertes estén nuestros pies y más tersa la piel de estos menos riesgo de sufrir ampollas

Para finalizar, la mejor opción para evitar la aparición de las ampollas es sin lugar a duda una buena prevención de los mecanismos que las provocan y un cuidado óptimo de nuestros pies.

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