Hacer ejercicio durante la época veraniega.
El verano, la subida de las temperaturas y las vacaciones con frecuencia provocan un impacto negativo en los hábitos de vida saludables. Hasta pueden contribuir a que algunos decidan colgar las zapatillas deportivas hasta septiembre. Pero para algunas personas este es un lujo que no está a su alcance. Deben y tienen que procurar hacer ejercicio, también en la época estival, si bien es necesario tomar ciertas precauciones para que no tenga ningún efecto negativo, debido a las condiciones meteorológicas propias de esta estación.
A pesar del calor estival, hay que procurar practicar ejercicio a diario. Una buena alternativa puede ser recurrir a deportes acuáticos, como la natación o el surf, con los que también se podrá hacer frente a las altas temperaturas sin problema. Pero si no se tiene esta opción a mano, no hay actividad más sencilla y saludable que caminar o practicar el deporte de «moda»: el Power Walking. Esta práctica consiste en andar de forma rápida y enérgica, activando el abdomen y moviendo los brazos.
Aparte de seleccionar bien la actividad o actividades que se desempeñarán este verano, es muy importante evitar hacer ejercicio en las horas centrales del día, cuando la temperatura es más alta, por lo tanto, es aconsejable emplear para esta práctica las primeras o las últimas horas de cada jornada. Además, es fundamental estar bien hidratado, ya que uno de los mecanismos de control de temperatura es la sudoración, por lo que en condiciones de calor ambiental elevado, el cuerpo pierde grandes cantidades de agua que se deben reponer de inmediato.
La única forma de poder adquirir una rutina diaria en la práctica de ejercicio y no abandonar al segundo día es que, además de elegir una actividad saludable, esta también sea divertida y apta para la condición física de cada uno. El verano puede dar una nueva oportunidad de descubrir otros deportes que marquen, a partir de ahora, los momentos de ocio y contribuyan a mejorar nuestra salud.